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La Parroquia San Eloy, orgullo de Ciénega de Flores

1 mes atrás

Si eres de Ciénega, seguro has pasado por ahí más de una vez. La Parroquia San Eloy no es cualquier iglesia: es uno de los lugares más antiguos y queridos del municipio. Está en el centro del pueblo, y desde hace más de 170 años es punto de reunión para las familias, los fieles y los que buscan un momento de paz.

Una iglesia con historia

La iglesia fue construida en el año 1847, cuando el pueblo apenas iba creciendo. Desde entonces, ha estado de pie viendo pasar generaciones enteras. Es un símbolo de lo que somos como comunidad.

Muchos no lo saben, pero esta parroquia tiene algo que no se ve en todos lados: su campanario no está pegado al templo, sino separado. Esto la hace muy especial. En aquellos años, pusieron una reja de fierro y una estructura de madera para unir ambos espacios, donde se hacían misas y celebraciones al aire libre.

Detalles que la hacen única

Si entras a la iglesia y pones atención, verás que tiene muchas cosas que no encuentras en otros templos:

  • Un Cristo antiguo de tamaño pequeño, guardado en la sacristía.
  • El cuadro original de San Eloy, el santo patrono del pueblo, junto al altar.
  • Las columnas del altar no son de aquí: las trajeron desde Salinas, lo que muestra que ya en esos años, los pueblos se apoyaban entre sí.

Y si tienes chance de entrar a la casa parroquial, podrás ver un armonio antiguo, un tipo de piano, que fue traído desde Chicago, Estados Unidos. Está hecho de madera, bien cuidado, y aunque ya no se use tanto, sigue siendo parte del alma del templo.

La fe y las manos de la gente

Algo que también le da valor a esta iglesia es que la gente participa activamente. Por ejemplo, los cirios pascuales (unas velas grandes que se usan en Semana Santa) los hacen a mano, aquí mismo, con mucho cariño y dedicación.

Esta parroquia no es solo un edificio: es parte de nuestra historia, de nuestra fe y de nuestras raíces. Muchas personas han pasado por aquí para casarse, bautizar a sus hijos o despedir a un ser querido. Tiene un valor emocional que no se puede medir.

Un lugar que debemos cuidar entre todos

Hoy en día, la Parroquia San Eloy sigue viva gracias al cariño de la gente y al esfuerzo de quienes ayudan a mantenerla. Cuidar este lugar es también cuidar nuestra identidad como cieneguenses. Es un espacio que guarda los recuerdos de muchas familias, y que seguirá acompañando a las futuras generaciones si lo protegemos con respeto.

Así que la próxima vez que pases por ahí, tómate un momento para mirarla con otros ojos. Tal vez descubras un detalle nuevo, o simplemente sientas esa paz que solo se encuentra en los lugares con alma.

¿Te gustaría que habláramos de más lugares históricos de Ciénega? Comparte esta nota y cuéntanos qué otros sitios merecen ser recordados y cuidados.