Durante una entrevista que marcaría uno de los momentos más tensos de su relación con la prensa, Juan Gabriel enfrentó cuestionamientos directos sobre su sexualidad, un tema que durante décadas fue objeto de especulación.

El cantante respondió sin confrontación, pero con firmeza, reconociendo que su presencia en el escenario llevaba un componente femenino. Para algunos, esa declaración fue una insinuación de su orientación sexual; para otros, fue una defensa clara a favor de separar su vida privada de su obra artística.
A lo largo de su carrera, los rumores sobre su orientación sexual crecieron con fuerza, impulsados por su estilo escénico, considerado excéntrico para una época marcada por estereotipos del “macho mexicano”.
Sin embargo, su música superó cualquier polémica. Con más de 100 millones de discos vendidos y una trayectoria que definió la música latinoamericana, Juan Gabriel se consolidó como uno de los compositores más influyentes del siglo XX, pese al constante interés mediático por su vida íntima.

Su historia personal estuvo marcada por la adversidad. Nacido como Alberto Aguilera Baladez en Parácuaro, Michoacán, su infancia fue difícil debido a la enfermedad de su padre y a la precariedad económica familiar.
Tras ser enviado a un reformatorio, encontró en la música su refugio y, más tarde, su destino. Allí conoció a Juan Contreras, maestro que le enseñó a tocar guitarra y dio el primer impulso a su vocación artística.
El camino al éxito tampoco fue sencillo: vivió en la calle, fue rechazado por disqueras y pasó por la cárcel acusado de un robo que no cometió. No obstante, ese episodio cambió su vida, pues en prisión logró llamar la atención de figuras clave que lo ayudaron a salir y firmar un nuevo contrato discográfico.
Fue entonces cuando adoptó el nombre artístico Juan Gabriel, en honor a su maestro y a su padre, marcando el inicio de una carrera que trascendería generaciones.

“Así viven hoy los seis hijos de Juan Gabriel”